El castigo a las Palomas de la Iglesia de San Francisco

Existen leyendas que nos llenan el alma y que en honor a la verdad la cuentan todos los quiteños y los que no lo son.

Todos hemos escuchado de aquel indígena, Albañil picapedrero que le contrataron que construya el atrio del Convento de la Iglesia de San Francisco.

Es muy conocido que aquel famoso personaje se burlo del Diablo y que pudo conservar su alma, incluso es considerado uno del selecto grupo de los que se burlaron del príncipe de las tinieblas.

Existen relatos que nos llevan más allá de la leyenda, aquellos cuentos quizá fantasiosos nos dicen que el demonio enojado porque sus pequeños diablos no hicieron bien el trabajo los castigo a todos y los convirtió en palomas.

Las versiones nos dicen que todas las palomas que vuelan por la plaza son aquellos demonios condenados a vagar por el cielo, castigados y asustados, esperando a que Cantuña aparezca nuevamente.

Verdad o mentira es otra de las grandes versiones que salieron de esta enigmática leyenda, lo cierto es que no importa la manera en la cual cuentes la leyenda, la historia ya fue escrita y el pacto ya fue firmado.

fuente:  Leyendas de Quito

Fotografía: Alexandra Guevara