El Cura sin Cabeza
En el popular barrio de San Roque, en el centro oeste de Cuenca y junto al río Tomebamba, se dice que vagaba una figura sin cabeza que vestía un atuendo de cura.
Éste recorría las calles bien entrada la noche, asustando a la poca gente que quedaba a esas horas, pero no era nada más que un pícaro religioso, que acomodaba su atuendo por encima de su cabeza, cubriéndola por completo para que todos se asustaran y nadie lo reconociera.
Se dice además que así visitaba a sus amantes en dicho sector de la urbe.
Cuenta una leyenda que entre los siglos XIX y XX había una figura que deambulaba en las noches oscuras; “era la de un sacerdote con un túnica muy larga, parecía no tener cabeza, y fue llamado el “cura sin cabeza”.
“Un día, al amanecer, un feligrés descubrió e identificó al cura cuando retornaba de sus andanzas”, y que aquel hombre habría dicho “elé pues, este taita curita ahora sí está con cabeza, mamitico (pobrecito), ¿Qué muerte tendrá? Dios nos guarde y nos ampare de este santo sacerdote”.
Fuente: tradicionoral-leyendas-de-ecuador
