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QuitoEn360 | 30/08/2021 | 0 Comments

La niña del ascensor

Por allá, en el 1903, el Hospital Eugenio Espejo estaba próximo a inaugurarse. Durante los trabajos de construcción, los amantes de la adrenalina, solían visitar sus establecimientos con el fin de llevarse un susto y experimentar sensaciones con lo sobrenatural.

En verdad los que buscaron aterrorizarse no lo lograron, para 1903 la zona era espiritualmente inofensiva. Solo los trabajadores se pegaban sus buenos sustos.

Pero luego de terminado todo cambió. En la medida que iban muriendo personas dentro de él, toda el aura del centro médico cambió. El Hospital contenía malas energías y se sentía a flor de piel las tragedias allí vividas.

Varios trabajadores relatan que, durante sus guardias, por los pasillos rondaba una niña que murió en una operación de riesgo.

El alma desanda hasta hoy buscando a sus padres. Algunas personas se han encontrado con ella en el ascensor y les ha preguntado donde queda tal o más cual piso. Al dar la respuesta siempre desaparece.

El Quito colonial contiene varios secretos y preguntas sin respuestas a todos los misterios que albergan. Estas historias han sido transmitidas de generación en generación para causar temor a los pequeños mal portados.

Sin embargo, lo que inquieta a la mayoría es que estas “cuentos de camino” se basan en hechos reales. A más de uno nos ha costado conciliar el sueño luego de conocerlos.

fuente: globalword


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