La Yumbada de Cotocollao
En la Yumbada bailan jóvenes, mujeres, niños y ancianos. En épocas anteriores solo podían bailar los hombres. El agua es el elemento fundamental de la Yumbada.
Los bailarines de la Yumbada de Cotocollao llevan una lanza hecha de chonta negra que representa a los rayos del sol. Todos usan pelucas largas con cintas atadas alrededor de sus cabezas.
Los trajes varían entre faldas y un pantalón corto. Todo depende de si representan a un yumbo hombre o a una mujer, de acuerdo con el nombre de la montaña, cerro o volcán con el que se conecten en el ritual.
Acompañan a los danzantes 2 personajes: los monos, protectores de los yumbos contra el contacto con los humanos, y el mamaco o pingullero, quien toca un pequeño tambor con su mano izquierda y un pingullo (flautín tradicional andino) de 3 notas con la derecha.
El domingo es el día ‘mayor’ de la Yumbada. Inicia con la toma de la plaza y continúa con el ritual de la Mesa de Yumbos, que es una comida comunitaria que comparten todos los yumbos y sus familias.
Los danzantes de la Yumbada se consideran descendientes directos de los quitu caras, aunque muy pocas tradiciones se mantienen de los primeros pueblos de Quito.
En la danza participan el pingullero, los capariches, grupo de negros, etc.
La fiesta de la Yumbada es parte de la identidad de Cotocollao. El yumbo mate es uno de los personajes que alegra la fiesta que dura 3 días en la antigua parroquia quiteña
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Fuente: Telegrafo
