Los Hijos del Padre Chimborazo
Cuenta la leyenda que en tiempos muy antiguos. La Madre Tungurahua acusaba a su esposo de que no le podía dar hijos blancos como él.
En represalia y mucho enojo, ella solía escupirle el lodo y la ceniza que hervía en su vientre.
El padre Chimborazo por su parte, lleno de amor propio y de virilidad, no quiso que su esposa continuara escupiéndole. Haciendo que una hermosa joven pasara por sus faldas en persecución de una de sus ovejas perdidas-
Que el Padre Chimborazo dejó escapar por las breñas. Y así fue ella a sus plantas, halló un hermoso frijolito de piel blanca.
Lo recogió cariñosamente y lo aprisionó en la cintura, entre la faja y su vientre maternal. Así se obró el prodigio del Padre. El frijolito buscó camino y se introdujo en el vientre de la joven.
Y desde ese instante el vientre de la hermosa joven fue creciendo día a día. Mes a mes, hasta que en nueve lunas, alumbró un hermoso bebe parecido al Padre Chimborazo. Piel blanca, cabellos dorados, igual al Apu de la nieve. Este fue el primogénito del Padre Chimborazo. Los Apus son espíritus que habitan dentro de los cerros.
Son concebidos como una fuerza inmanente. Capaz de ejercer el poder de su liderazgo y vigor sobre las cosas y las personas.
Fuente: urbemixradio
