Monumento a fray Jodoco Ricke
El monumento fue ordenado en 1931 por el Municipio de Quito para rendir homenaje a fray Jodoco Ricke, sacerdote belga que llegó a Quito en 1534 y fundó el Convento de la Conversión de San Pablo, mismo que más tarde se convertiría en el de San Francisco que conocemos hasta la actualidad.
Fue, además, el encargado de traer y sembrar las primeras semillas de trigo que crecieron en las tierras del actual Ecuador, así como de levantar la primera cervecería del territorio y propiciar el nacimiento de la célebre Escuela Quiteña de arte.
El trabajo fue comisionado al hábil escultor ibarreño Luis Mideros, hermano del también célebre pintor Víctor Mideros, y quien trabajó en el encargo a la par que esculpía la bellísima Puerta de La Circasiana que hoy se exhibe en el parque El Ejido, pero que originalmente fue el ingreso al palacio de los Condes de Casa Jijón, en la avenida 10 de Agosto y Colón.
La escultura fue inaugurada el martes 9 de Agosto de 1932, siendo colocada en la esquina noroccidental de la plaza de San Francisco, junto a la escalinata norte que da acceso al convento y al templo que siglos atrás fundó el mismo Ricke.
La elección del lugar y la construcción del pedestal fueron encargadas a Emilio Alzur Espinosa, arquitecto de la Dirección de Obras Públicas del Municipio de la ciudad.
Tras una vandalización del monumento, la escultura original de Mideros debió ser cambiada por una copia de similares características, aunque se cambió el detalle de la capucha que cubría la cabeza del sacerdote, dejándolo sin ella para que se pudiera apreciar mejor el rostro.
Fuente: LosLadrillosDeQuito
