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QuitoEn360 | 05/05/2021 | 0 Comments

Monumento al Hermano Miguel

En 1954 se organizó un concurso de proyectos para levantar un monumento a la memoria del Hermano Miguel en Quito, de entre las varias propuestas presentadas ganó el artista Oswaldo Guayasamín, que empezaba a ser reconocido por su corriente modernista.

Según el autor Edgar Freire Rubio, los lasallanos no habrían recibido la escultura de Guayasamín, y en su lugar decidieron colocar una de san Juan Bautista de Lasalle que habían adquirido en París, y que por su estilo más clásico decidieron hacerla pasar por el hermano Miguel.

La prensa de la época, en cambio, señala que el diseño de Guayasamín no fue del agrado de las oficinas de la Casa General de la Orden, en Italia, y por ello se solicitó una totalmente diferente al escultor Giuseppe Cioccheti, director de la Organización de Escultores y Fundidores de Roma que años más tarde tomaría su mismo nombre.

Posteriormente las distintas partes de la escultura fueron enviadas en barco a Guayaquil y desde allí por tren a Quito.

El sábado 4 de junio de 1955 se inauguró el monumento en el marco de los festejos por el centenario del nacimiento del hermano Miguel, y al acto acudió masivamente la ciudadanía, autoridades de la Iglesia y el Gobierno.

El sitio en el que se levantó era el parque de El Tejar, que había sido embellecido con jardines de estilo francés para el efecto, y que pasó a llamarse Hermano Miguel desde entonces.

En la década de 1990 se decidió construir un parqueadero en el lugar del parque Hermano Miguel (que después acabaría convirtiéndose en un Centro Comercial del Ahorro con el mismo nombre del Santo), y el monumento fue trasladado a una pequeña plaza en la esquina de las calles Montúfar y Pichincha, en el ingreso norte del Centro Histórico.

Fuente: LosLadrillosDeQuito


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