Nina Pacha
De todas las doncellas de aquel entonces, una joven llamada Nina Pacha fue escogida como sacrificio para calmar la ira de las divinidades que causaban la sequía.
Pero no se dieron cuenta que ella, Nina, tenía un novio, su nombre era Huatalquí, que cuando se entera del ritual que iban a realizar decide huir con su amada hacia un lugar lejano.
Durante su escape, el yachag, shamán o sabio de la comunidad se da cuenta del engaño y pide clamando al Taita Imbabura que castigue severamente a la desobediente pareja.
Cuando Nina Pacha y Huatalquí llegaron a la actual zona de Rey Loma, salió un enorme trueno detrás del volcán Imbabura que tocó a la mujer e inmediatamente la convirtió en agua y con ella llenó poco a poco el valle seco de aquel entonces.
Huatalquí arrepentido de esta situación lloraba y clamaba pidiendo al Taita Imbabura que lo castigue a él también.
Luego de tanta súplica salió otro trueno detrás del coloso que tocó al joven y lo transformó en el árbol lechero.
La leyenda certifica que la cercanía del árbol hacia el lago San Pablo es la muestra del eterno amor que se tenían Nina Pacha y Huatalquí. Ahora la zona está rodeada de bosques de eucalipto y pino que se cree permanecerán hasta la eternidad.
Fuente: Cultura Ecuatoriana
