San Sebastián
El barrio San Sebastián, uno de los más antiguos de Quito lleva el nombre del español Sebastián de Benalcázar. Afirman que el nombre se debe a su entrada a Quito, después de las constantes luchas, largos recorridos con sus banderas desplegadas, los soldados contusos, cansados y los restos de sus provisiones.
Aquí se efectuó la «fundación de hecho de la ciudad de Quito. Luego vino la fundación de derecho». La inteligencia del español y del guerrero revelaba propósitos semejantes a lienzos infinitos de contrastes, frente a la mirada penetrante y antagónica de los indígenas.
Con el nombre de Sebastián de Benalcázar quisieron los quiteños eternizar después al barrio denominándolo Sebastián y no a otros barrios como el Sagrario, Santa Bárbara que los peninsulares tenían especial devoción.
Poco a poco el barrio se desarrolló según las características urbanas y sus fortalezas naturales, en las cuales los pobladores ejercían el comercio por el norte y sur, venciendo la topografía, así la quebrada de los Gallinazos, el Mesón, la actual calle Maldonado, la Recoleta, sector transformado en huertos aprovechados con las aguas del Machángara.
La iglesia de San Sebastián se construyó en 1568 y el convento de la Recoleta o del Buen Pastor, antes capilla de Santo Cristo, año 1698. Lugares de satisfacción espiritual que conferían estímulos y emociones con el mundo interior y exterior de los fieles.
San Sebastián cuenta en este tiempo con cerca de 10.000 habitantes. Sus casas antiguas acertadamente conservadas.
Las gentes del barrio suben con suspiros a cuestas las calles cargadas de sol o lluvia, junto a los niños escabullidos debajo de los aleros.
Fuente: LEYENDAS Y TRADICIONES QUITEÑAS – Oswaldo Rivera Villavicencio
